lunes, 3 de noviembre de 2008

Transexualidad en España: vivir atrapado en otro sexo.

Aunque el actual gobierno ha convertido legislativamente a España en uno de los países más avanzados socialmente tras la aprobación de diferentes leyes que reconocen el derecho de homosexuales y transexuales a contraer matrimonio e incluso adoptar hijos entre parejas del mismo sexo, y a pesar de que los homosexuales son mejor aceptados ahora por la sociedad española, los transexuales siguen teniendolo bastante más complicado.
Vivir atrapado en un cuerpo con una anatomía sexual que no corresponde con el que se identifican psicológica y socialmente, crea un conflicto de identidad, a lo que se suma el ser objeto de muchas burlas por parte de una sociedad que no entiende ni acepta su condición.
Según un estudio de la Fundación para la Identidad de Género, en España hay un total de 31.938 transexuales, aunque por el momento sólo 2.826 están diagnosticados como tales. Por ello, muchas de las personas transexuales reclaman que se hable del tema ya que es la única manera de que se conozca y por lo tanto se normalice y acepte esta situación a nivel social.
En 1983 la cirugía para la reasignación de cambio de sexo dejó de ser constitutivo de delito, pero sin embargo contraer matrimonio no resultaba nada fácil. En el año 2002 se ganaron dos recursos presentados ante la Fiscalía y a partir de ahí podían casarse.
En el año 2006 el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó una disposición por la que se permitía realizar operaciones de cambio de sexo en hospitales con financiación pública.
Fue en marzo del 2007 cuando se aprobó en el Parlamento español la ley de Identidad de Género, que permite que las personas transexuales modifiquen el nombre y sexo en sus documentos de identidad sin necesidad de someterse a una operación ni a un procedimiento judicial.
El aumento de información y los diferentes avances sociales y leyes sobre la transexualidad en España, ha conllevado un incremento en el número de menores de edad que acuden al médico para preguntar sobre una operación de cambio de sexo. Todos ellos aseguran haber sabido desde muy jóvenes que vivían en un cuerpo equivocado.
Sin embargo, un menor de edad no puede ser operado en un hospital público. Tras pasar por una serie de exámenes psicológicos en los que se asegure que se encuentra en un conflicto de identidad de género, y otros trámites médicos, debe esperar a cumplir los dieciocho años para poder ser operado gratuitamente. Por ello algunos deciden acudir a clínicas privadas para dejar de estar atrapados en un cuerpo que no les corresponde, lo antes posible.
Pese a los avances conseguidos todavía queda mucho camino por andar. El colectivo de transexuales ahora quiere dejar claro que no es un problema psiquiátrico y por lo tanto luchan por salir del Catálogo de Enfermedades Mentales.

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