lunes, 14 de enero de 2008

La homosexualidad de Alejandro

Una de las razones del escaso éxito de taquilla y de crítica que tuvo el filme de Oliver Stone en Estados Unidos fue, sin duda, sus referencias a la homosexualidad -más bien bisexualidad- de Alejandro Magno. Aspecto éste en el que el guionista y director norteamericano seguía lo que Lane Fox nos cuenta en esta biografía sobre ese asunto. El historiador británico lo da por suficientemente probado y llega, incluso, a recoger la cita de los filósofos cínicos sobre Alejandro: que sólo fue derrotado una vez, y fue por los muslos de Hefestión. No es extraño, pues, que en una sociedad tan pacata como la estadounidense, en la que existe, además, un amplio sector de fundamentalistas religiosos, estas referencias se entendieran como inaceptables y la película se considerase como moralmente deleznable, cayendo en el anacronismo de juzgar con sus valores homófobos una realidad histórica diferente. Porque, como nos cuenta el autor británico, la bisexualidad era una práctica corriente y aceptada en la sociedad griega, una alternativa sexual asumida por las esposas y considerada como una costumbre y no como una perversión. Su propio padre, Filipo, según nuestro biógrafo, también mantuvo varias relaciones homosexuales. Alejandro tuvo varias esposas y se le conoce alguna amante; el libro incluso menciona también otra relación homosexual con su criado Bagoas, pero el gran amor de su vida fue Hefestión. Su pasión por él quedó demostrada cuando éste falleció. Su ausencia no sólo le produjo, como hemos visto, primero una gran cólera y después una gran tristeza, sino que, además, ordenó que le fueran concedidos los máximos honores a su amado. Pretendió que fuese declarado héroe, esto es, semidiós, y, tras la celebración de unos funerales megalómanos, mandó construir un monumento en su memoria y dedicarle culto póstumo.

No hay comentarios: