LA HABANA, jun (IPS) - Los cuerpos semidesnudos de hombres se enlazan en un abrazo que hace estremecer al público cubano en cada puesta en escena de la obra "Vida y Muerte de Pier Paolo Pasolini", una historia del cineasta italiano asesinado en 1975 acerca de la discriminación, los convencionalismos y la mediocridad.
El tratamiento del conflicto de una pareja lesbiana en la telenovela cubana "El jardín de los helechos", sigue generando debates en amplios sectores cubanos a más de un mes del fin de la serie transmitida por la televisión estatal. En tanto el gubernamental Centro Nacional de Educación Sexual (Cenensex) publica en su página en la red mundial de computadoras (Internet) una sección sobre diversidad sexual, que incluye información general, opiniones enviadas al sitio y la posibilidad de consultar a especialistas. "Ser homosexual o bisexual no es una enfermedad, no es sinónimo de perversidad ni constituye delito alguno", puede leerse en la portada del sitio que pretende "derribar tabúes y prejuicios que aún subsisten" en Cuba. "(La homosexualidad) es una orientación sexual que no es provocada por la seducción a ninguna edad, no es contagiosa, no es adquirida por defectos educativos ni por malos ejemplos en el medio familiar", añade el texto. La posibilidad de mayor espacio para un tema tradicionalmente silenciado por los medios de comunicación social en Cuba, empezó a vislumbrarse durante los dos años que precedieron al XVI Congreso Mundial de Sexología, realizado en marzo de 2003 en La Habana. Para la sexóloga Mariela Castro, directora del Cenesex, lo que está pasando "es el resultado de todo un trabajo de más de 30 años y ahora se están viendo con más claridad los frutos". El Cenesex surgió en 1989 como resultado del desarrollo alcanzado por el Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual, creado en 1972 por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), una organización femenina con estatus no gubernamental. Integrado por especialistas y autoridades, la entidad funciona de manera adjunta a la comisión permanente del Parlamento para la atención a la infancia, la juventud y la igualdad de derechos de la mujer, con el propósito de crear e implementar el Programa Nacional de Educación Sexual. La especialista aseguró que 10 años atrás hubiera sido casi imposible introducir un libro de texto en la enseñanza secundaria, como se está haciendo ahora, que incluye información desprejuiciada sobre la diversidad sexual. Con el avance de la pasada década, añadió, las personas homosexuales, los travestis y transexuales empezaron a "aflorar con más libertad, a llenar los espacios públicos, a estar en todas partes". A su juicio, "esa presencia ha provocado estados de opinión en la población, a favor o en contra, pero que son opiniones, observaciones, inquietudes, reflexiones". El rechazo, aún bastante generalizado en Cuba a cualquier forma de expresar la sexualidad que no sea la heterosexual, se vincula al predominio de una fuerte cultura machista y homofóbica.En la actualidad, la legislación cubana no incluye regulaciones de corte homofóbico, pero tampoco explicita el derecho a la diversidad sexual. Aunque se han dado casos aislados de uniones simbólicas entre parejas de gay y de lesbianas, nadie reclama públicamente la legalización del matrimonio entre homosexuales, el derecho a adoptar o a la fertilización asistida en el caso de las lesbianas. En Cuba no hay organizaciones de gays y lesbianas, pero en los últimos años se han fomentado grupos al amparo de la red nacional de centros de prevención de infecciones de transmisión sexual y de lucha contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, del Ministerio de Salud Pública. "Sabemos que es un tema polémico y que nos vamos a enfrentar a críticas", reconoció Julio César González Pagés, profesor de la Universidad de La Habana y coordinador del grupo gestor del foro. (FIN/2004)
Extracto de un artículo de Dalia Acosta
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